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Las adversidades – Parte 2

Semilla de Crecimiento

 Las adversidades – Parte 2

La vida tiene momentos “altos” y “bajos” de bienestar, siendo los “bajos” aquellos con problemas económicos, de relacionamientos, enfermedades o muerte. Las siguientes ideas pueden aliviar aquellos momentos de adversidad:

1. Permitirse un periodo de “duelo”, sentirse triste y lamentar por lo ocurrido, pero también tratar de salir adelante. No es bueno negar la existencia de una adversidad o no lamentar lo ocurrido. Si uno no se lamenta en el momento, se va a lamentar después, incluso años después.

2. Pasar por las diferentes etapas que pasa una persona ante una adversidad: Negación, enojo, depresión, negociación y  aceptación de lo sucedido, que propone Keubler Ross. La conciencia de esas etapas y tratar de pasarlas lo más rápido posible, generan un gran impulso para finalmente hacer las paces con lo sucedido.

Es normal primero negar o enojarse con lo ocurrido y en algún momento deprimirse. Negociación se refiere a consolarse con un punto de vista diferente, por ejemplo “Murió mi tío, pero tengo a mi tía”. La aceptación es el paso final y al cual no todos llegan. Algunas personas quedan trancadas en alguna etapa, por meses o años.

3. No hacerse la pregunta “¿Por qué me sucedió esto a mi?”.  Es una pregunta inútil ya que nadie en la tierra puede dar una respuesta válida a la mayoría de las adversidades. Ningún ser humano tiene la capacidad para saber con exactitud porque aparece una enfermedad o mueren nuestros seres queridos. Ese es el campo de Dios todopoderoso.

4. Vivir la vida como si fuera una calle de un solo sentido. No se puede volver atrás ni cambiar lo sucedido. Lo que se puede hacer es mirar hacia adelante y continuar buscando bienestar personal y el de seres queridos. La no aceptación de algo sucedido puede generar un terremoto interno del cual solo uno mismo sale perdiendo. Los seres humanos tenemos la rara idea  de pensar que vivimos mejor cuando nos enojamos contra una adversidad.

5. Finalmente, vivir con expectativas reales. No es real pensar que uno nunca va a estar expuesto a adversidades. Las adversidades son parte de la vida, así como los momentos buenos.

Si practicamos lo mencionado más arriba podemos aliviar el impacto de las adversidades y estaremos en camino a la paz interior. El indicador más importante para evaluar nuestra capacidad de enfrentar adversidades, es nuestra capacidad de dormir bien y descansar, en el medio de la adversidad.  Recomiendo decirnos a nosotros mismos: “Esto me pone triste y me preocupa, pero ahora quiero dormir bien y descansar. Mañana tengo muchas cosas por atender”.                            

Artículo escrito por Guido R. Britez, publicado en ABC el 11/Ene/2016.